
Todo niño es travieso, y a raíz de la inquietud vienen los golpes por las caídas que sufrirnos o por estar jugando al intentar hacer algo o querer demostrar algo, pero cuando nos sucede algo o nos caemos cuando nos encontramos jugando tratamos de disimular, y hacemos de ver que no nos dolió o que solo fue un pequeño golpe,
pero por dentro estamos que aguantamos en dolor.